Las reacciones de todos los interesados directos (gobiernos, organizaciones del sector privado y posibles donantes) han sido abrumadoramente favorables.
Más de 50 países de la Unión Europea y de la región de América Latina y el Caribe y otros Estados, 90 patrocinadores en total, se manifestaron abrumadoramente en contra de los cambios propuestos por la delegación de Singapur.