Una delegación señaló que en algunos casos la protección de los testigos o de los arrepentidos exigía que se mantuvieran secretas algunas informaciones.
Avergonzado de su nariz, sus orejas y su cola de burro Pinocho pidió perdón arrepentido de corazón deseando que los que tanto le amaban fueran felices sin él.
Y así me casé con ella, y hasta agora no estoy arrepentido; porque, allende de ser buena hija y diligente, servicial, tengo en mi señor acipreste todo favor y ayuda.
En la puerta estaba el padre cortando leña, que cuando los vio rompió a llorar, pues no había dejado de pensar, arrepentido, en aquel día que los abandonó en el bosque.
Este consternado y arrepentido por todos los últimos acontecimientos, hace una promesa de cambiar su conducta, por lo que se abstuvo de corromper la vida de su actual amante.
Pasaban las mañanas cancaneando ejercicios bajo los árboles del huerto, ella con paciencia y amor y él con una tozudez de picapedrero, hasta que el madrigal arrepentido se les entregó sin dolor.
Los posaderos arrepentidos de no dar refugio al recién nacido fueron a ver al niño Jesús para pedir perdón y la virgen María, que era muy buena, les perdonó en nombre de su hijo.
El hombre arrepentido, le pidió una segunda oportunidad para continuar con vida y el espíritu le comentó que la única forma de salvarse sería traspasando la luz de su vela a otra.