Después los llevó a otra sala y en ésta había huevo hilado, yemas de coco, peladillas, pasteles de muchas clases y miles de confituras más, para que comieran lo que quisieran.
Entre las más ricas están la anchoa dulce, que lleva crema de queso, confitura de tomate y chocolate amargo, y la big fish, con paté ibérico, cebolla caramelizada y pimiento del piquillo.