En quinto lugar, la reforma del Consejo de Seguridad es sólo una parte del proceso de reforma de las Naciones Unidas y no debe permitirse que eclipse la reforma igualmente importante en otras esferas.
Nos sentimos frescos, renacidos, bautizados, cuando al amanecer emprendimos los últimos kilómetros de jornadas que me separarían de aquel eclipse de mi patria.
El padre Cayetano Delaura fue invitado por el obispo a esperar el eclipse bajo la pérgola de campánulas amarillas, el único lugar de la casa que dominaba el cielo del mar.
Sin embargo, el médico del obispo le hizo una curación severa, pues era de los que temían que el eclipse del lunes siguiente fuera el preludio de graves desastres.
La monja de turno le llevó un candil y unos vidrios ahumados para mirar el sol. El obispo se enderezó en la hamaca y empezó a observar el eclipse a través del cristal.
Cayetano no le dio pie para hablar de su desgracia o condolerse de su estado. Le agradeció el colirio que, en efecto, le había borrado de la retina la imagen del eclipse.
Y en los eclipses lunares puedes ver perfectamente la sombra de la Tierra como un arco, e incluso puedes usarla para calcular cuál es el radio de la Tierra.
Esta coincidencia de una superluna que además es la segunda Luna llena del mes con eclipse total es conocida como Luna azul, aunque el color no tiene nada que ver con el nombre.
Los eclipses lunares ocurren cuando pasa por la sombra de la Tierra, lo que no sucede todos los meses porque la órbita de la Luna está ligeramente inclinada con respecto a la de la Tierra-Sol (eclíptica).
Durante milenios, los eclipses solares maravillaron a todas las civilizaciones, hasta que en 1715 Edmond Halley utilizó las ecuaciones de Newton para predecir cuándo y dónde sería el próximo eclipse.
Fue tras confirmar su teoría general de la relatividad en 1919 al medir la curvatura de la luz de las estrellas durante un eclipse solar que la prensa lo convertiría en una celebridad.