La estigmatización puede hacer que las familias oculten un diagnóstico de seropositividad, lo que causa un estrés considerable y depresión en la familia.
Las familias que cuidan y apoyan a una persona infectada puede que también se vean estigmatizadas, aisladas y condenadas al ostracismo dentro de la comunidad.
Al mismo tiempo, el pueblo del territorio carece de servicios esenciales y debe padecer un trato humillante por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes.