La práctica ha dejado en claro que la Fundación contra la Trata de Mujeres no siempre está en condiciones de proporcionar el alojamiento solicitado inmediatamente después de establecer contacto con la policía.
Y a pesar de la incertidumbre que a partir de aquel día se abría como un despeñadero, con cierto alivio pensé que, por muy mal que siguieran yendo las cosas, al menos ya tenía un agujero donde cobijarme.