Desde la parada, verás una iglesia, pasa por delante de esa iglesia, la primera esquina con la calle Santiago, donde hay un hospital, gira a la derecha.
Debo mantenerme neutral, acercarme a la ventana, estar atento a usted, y, en cuanto usted me haga una señal, arrojar al interior este objeto, dar la voz de fuego, y esperarle en la esquina de la calle.
Pero si logra cambiar su posición y moverse a lo largo de esa pata, y se mueve sobre la esquina de la L, desde ahí, sí va a poder ver la salida que siempre estuvo ahí.