Pero su actitud había cambiado al averiguar que su sobrino tenía como padrino a un asesino peligroso (oportunamente, Harry había olvidado decirles que Sirius era inocente).
Por último, los inocentes, como los niños, los bebés y quienes se sacrificaban por los demás, llegaban al Cincalco, gobernado por Cintéotl, dios del maíz.
Y es que la citada pena se traduce primero en incertidumbre personal y luego en una difícil campaña para subsanar el desprestigio, sobre todo, si la persona es inocente.