De hecho, los Estados Unidos los suscriben unilateralmente e imponen su observancia a Puerto Rico, a menudo en perjuicio de los intereses puertorriqueños.
El dominio colonial sobre Puerto Rico refuerza la sistemática discriminación y el prejuicio racial contra 2.700.000 puertorriqueños que viven en los Estados Unidos.
Por eso, la independencia, demandada inicialmente tan sólo por el movimiento independentista, cuenta ahora con el apoyo de la mayoría de la población puertorriqueña.
Asimismo, los Estados Unidos deben reconocer el derecho del pueblo puertorriqueño a ejercer su soberanía y a negociar con sus representantes para conseguir la descolonización.
La lengua de señas de un puertorriqueño es diferente al de un español y entre ellos sería muy difícil comunicarse, aunque podrían coincidir en algunas señas.
Otro ejemplo de acentos parecidos pero muy lejanos, es el acento de Puerto Rico en Estados Unidos, que se parece al acento de las Islas Canarias en España.
Así que el verdadero atractivo era la posición geográfica de Puerto Rico, que le ofrecía al país norteamericano un enclave estratégico para fines militares.
Estas discusiones son impulsadas por el deterioro fiscal y la poca atención que recibió Puerto Rico por parte de Estados Unidos en 2017, cuando el huracán María devastó parte de la isla.
En el último, realizado en 2020, la opción de que Puerto Rico se convierta en un estado de EE.UU. fue favorecida, aunque la votación fue cuestionada por la baja participación electoral.
A nivel local se han realizado varios referéndums para consultar qué prefieren los puertorriqueños, aunque ninguno ha sido vinculante con el gobierno federal, por lo que sus resultados no han sido respetados.
Más adelante, en 1952, EE.UU. autorizó a los isleños redactar su propia Constitución (aunque con poderes limitados) y les permitió tener un gobierno local, que perdura actualmente, llamado Estado Libre Asociado.
Y es que, después de pertenecer a España durante casi 4 siglos, Puerto Rico pasó a ser un territorio de Estados Unidos en el siglo XIX y nunca ha sido un país independiente.
Primero debes saber que, en 1940, la Ley de Nacionalidad le otorgó la ciudadanía estadounidense a todos los nacidos en la isla, aunque previamente otra ley les había concedido este derecho a la mayoría de ellos.