En junio de 1997, se firmó en Japón el Protocolo de Kioto, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global.
El Protocolo, jurídicamente vinculante, fue adoptado por los Estados miembros de la OIT en 2014 y comprende medidas de prevención, protección e indemnización para erradicar las formas contemporáneas de esclavitud.