Ahora ya estamos preparados para ir a la playa de la Barceloneta y hablar con todas las personas que pasan por allí y preguntarles su nacionalidad. ¡Vamos!
Antonio y su novia salieron y paseaban felices por el centro de la ciudad cuando de repente vieron al jefe de Antonio bajar de un coche que pasaba por allí.
Y es posible que esta convención de conducir por la izquierda existiera para que soldados y caballeros diestros pudieran desenvainar más rápido sus armas en contra de los enemigos que pasaran.
Salí a recibir a Rosalinda imaginando que me esperaría en el salón, pero al pasar junto a la puerta abierta del taller, vi su figura frente al maniquí que portaba su vestido.
Así que como en nuestro camino al norte de España, esta provincia nos venía de paso, nos desviamos un poco para conocer más acerca de este pequeño pueblo de apenas 1.000 habitantes.
Estas montañas son como aquellos abuelos que pasan la tarde al sol haciendo la siesta —dijo ella, pese a que en todos los pueblos que habían visitado no habían visto a nadie con la parsimonia de aquellas montañas.