Holmes se precipitó hacia el cordón de la campanilla, corrió un pequeño panel, y, metiendo la mano dentro del hueco, extrajo una fotografía y una carta.
Seguíale Sancho a todo el trote de su jumento, pero caminaba tanto Rocinante que, viéndose quedar atrás, le fue forzoso dar voces a su amo que se aguardase.
Los muebles se hallaban desparramados en todas direcciones; los estantes, desmantelados; los cajones, abiertos, como si aquella dama lo hubiese registrado y saqueado todo antes de su fuga.
El diácono abrió la puerta para invitarlo a pasar, y el marqués no tuvo que moverse para ver otra vez al obispo cuarenta años más viejo que en el retrato.
Los científicos encontraron que cuando dos partículas entrelazadas son separadas, una partícula puede de alguna manera afectar la acción del gemelo distante a una velocidad mayor que la velocidad de la luz.
Una vez junto a la puerta, lo primero que hice fue acomodarme bien la ropa para que en la cara tan sólo se me vieran los ojos. Después descorrí el cerrojo herrumbroso, respiré hondo y salí.
Sabía que era por la mañana sólo porque Gerasim se había ido y el lacayo Pyotr había entrado, apagado las bujías, descorrido una de las cortinas y empezado a poner orden en la habitación sin hacer ruido.