Viendo este vídeo seguramente estés pensando en tu gato, que se pasa horas mirando como gotea el agua del grifo, y como mete la patita en la bañera y sorbe de ella.
La cama de la abuela había recuperado su esplendor virreinal, la estatua del ángel estaba en su lugar junto al baúl funerario de los Amadises, y había además una bañera de peltre con patas de león.
Cuando metemos la mano en una bañera o en la piscina, nos da la sensación de que está mojada porque las yemas de los dedos le dicen a nuestro cerebro que esa sensación es de mojado o húmedo.
Puede parecer caro, pero incluso podrías alojarte en habitaciones que tienen bañera al aire libre y con vistas al monte fuji no te parece una pasada, este negocio también es un negocio familiar.
Pero oye, poco a poco una gota, otra gota, otra gota, otra gota, otra gota, al final, al final el vaso se llena, al final la bañera se llena, al final la piscina se llena.
Era una buena idea y le pregunté a Agnan si podía ver la bañera, que nos divertiríamos mucho. Agnan me miró, se sacó las gafas, las limpió, reflexionó un poco y después me dijo que lo siguiera.