En las aldeas afectadas, los ingresos que anteriormente provenían de un cultivo comercial importante —el opio— deben reemplazarse con fuentes alternativas de ingresos.
En cambio, otros sectores presentan tendencias preocupantes, en particular la producción ilícita de opio y estimulantes de tipo anfetamínico, que vuelven a aumentar.
Hay que encontrar medios de subsistencia substitutivos del cultivo del opio y al mismo tiempo debe haber una reducción de la demanda en los países consumidores.
La situación de la seguridad en el Afganistán y la amenaza que la producción de opio y el narcotráfico plantean siguen siendo motivo de gran preocupación.
Aun así, cuando se publique el estudio anual sobre el opio en septiembre, probablemente los datos muestren una inversión en la tendencia respecto de los últimos años.
En cuanto a la disminución del cultivo del opio, ha existido voluntad política de parte de Myanmar de alcanzar ese objetivo, en colaboración con la comunidad internacional.
Antes de examinar el panorama más general, permítaseme en primer lugar informar al Consejo sobre las últimas tendencias que se registraron en el cultivo del opio este año.
En respuesta a la necesidad de combatir la producción de opio en el Afganistán, hace poco aportamos 500.000 dólares al fondo fiduciario para la lucha contra los estupefacientes.
Durante esa época, debido a la ansiedad y la preocupación por su esposa, Poe comenzó a beber más de lo habitual y a consumir láudano, que contenía opio, para escapar de la depresión.