Los saqueos y el pillaje prosiguieron, el bandidaje está aumentando, se han robado camiones a punta de pistola y varios conductores han resultado asesinados.
Sabemos que la muerte de 1,2 millones de personas, por trágica que sea, es sólo la punta del iceberg del sufrimiento causado por los accidentes de tráfico.
Además, debe proporcionar el despliegue de un número mayor de oficiales de seguridad en las entradas durante las horas punta y un acceso separado para los vehículos comerciales.