Como se ha señalado, las municiones de racimo plantean graves preocupaciones con respecto a varias normas fundamentales de derecho internacional humanitario.
Las municiones de racimo lanzadas con artillería seguirán siendo una capacidad crítica para la supresión de objetivos zonales durante mucho tiempo todavía.
La no persistencia es la clave general para equilibrar los intereses humanitarios y militares, y debe aplicarse sin reserva a las municiones de racimo.
Cuando llevaron a la mesa el atigrado racimo de banano que solían colgar en el comedor durante el almuerzo, arrancó la primera fruta sin mucho entusiasmo.
Pero siguió comiendo mientras hablaba, saboreando, masticando, más bien con distracción de sabio que con deleite de buen comedor, y al terminar el primer racimo suplicó que le llevaran otro.
Ignoro el tiempo que debí caminar bajo tierra; sé que alguna vez confundí, en la misma nostalgia, la atroz aldea de los bárbaros y mi ciudad natal, entre los racimos.
Delaura había soñado que Sierva María estaba sentada frente a la ventana de un campo nevado, arrancando y comiéndose una por una las uvas de un racimo que tenía en el regazo.
Las avispas orinegras vuelan en torno de la parra cargada de sanos racimos moscateles, y las mariposas, que andan confundidas con las flores, parece que se renuevan, en una metamorfosis de colorines, al revolar.
Pero por lo largo que iba siendo el camino, no podía ya resistir los pinchazos que el hambre le daba en el estómago, y saltó a un viñedo lindante para coger algunos racimos de uva moscatel.
En el sueño era evidente que la niña llevaba muchos años frente a aquella ventana infinita tratando de terminar el racimo, y que no tenía prisa, porque sabía que en la última uva estaba la muerte.
Lo contó: estaba frente a una ventana donde caía una nevada intensa, mientras ella arrancaba y se comía una por una las uvas de un racimo que tenía en el regazo. Delaura sintió un aletazo de pavor.
Luego se lavé las manos, se echó encima el lienzo encerado, y antes de medianoche volvió con unos tiesos colgajos de carne salada, varios sacos de arroz y maíz con gorgojo, y unos desmirriados racimos de plátanos.