Tras este esquema subyace una filosofía política que pone frente a frente la eficiencia de las empresas extranjeras y el impacto económico distorsionador del Estado.
Por el contrario, los pequeños países deben ser respetados escrupulosamente porque son pequeños, para que el derecho sea un imperativo moral y no de fuerza.”
Ni una palabra han dicho sobre estas torturas ni sobre las huelgas de hambre de algunos detenidos, cuestión tan notoria en los medios de prensa internacionales.