Lleva esas ideas al extremo y predica el odio contra los que no son musulmanes en todo el mundo, justificando la violencia contra víctimas inocentes aunque sean musulmanas.
La mayoría de los Estados Miembros no tendrán más alternativa que mantenerse al margen mientras una oligarquía de 11 Estados esgrime el monopolio del poder sobre la paz y la seguridad internacionales.
Si no se mejora la calidad de la educación en nuestros países y no se cierra la brecha digital, los jóvenes de los países en desarrollo seguirán siendo espectadores y quedarán excluidos de la economía.