Tomás Aguilar era un compañero de estudios que dedicaba su tiempo libre y su talento a la invención de artilugios ingeniosísimos pero de escasa aplicación práctica, como el dardo aerostático o la peonza dinamo.
El principio de Pascal es una ley física que pertenece a la hidrostática: la rama de la hidráulica que estudia a los fluidos en estado de reposo y, para entenderla necesitamos tener claras dos nociones.