2.Esta ocasión especial no solo permite que los jóvenes de numerosos Estados Miembros hagan oír su voz, sino que también ofrece la oportunidad de que los gobiernos reconozcan y realicen plenamente las posibilidades de los jóvenes, en particular en las cuestiones que les interesan directamente.
3.Consideramos que este es el momento de comenzar a rectificar las injusticias históricas que se han cometido en la gestión de los asuntos mundiales y de dar voz a los miles de millones de pueblos del mundo en desarrollo que hoy están excluidos del proceso de adopción de decisiones en el Consejo de Seguridad.