1.Es la ciudad a la que dedicamos votos de fidelidad eterna y la que por siempre late en cada corazón judío: “¡Si me olvido de tí, oh Jerusalén, que mi mano derecha olvide su destreza!”.
2.Los certificados médicos y otras pruebas documentales presentadas por el reclamante indican que a causa de la explosión de la mina sufrió una lesión cerebral que le provocó epilepsia, doble fractura del fémur izquierdo, destrucción parcial de su mano y brazo derechos que obligó a colocarle una prótesis y alojamiento de un cuerpo extraño en el cerebro.