Se movilizaron familias, amigos, estudiantes, docentes y no docentes; también hubo dirigentes políticos y los gremialistas coparon el escenario frente a Casa Rosada.
En la Casa Rosada relativizan un posible conflicto de poderes con la Corte, que ya desplazó a la magistrada de su puesto en el máximo tribunal penal del país.
El esclavo descendía del laberinto (que entonces, lo recuerdo, no era rosado, sino de color carmesí) y cambiaba palabras africanas con las tripulaciones y parecía buscar entre los hombres el fantasma del visir.