1.Casi todos ellos habían sido golpeados, azotados y abofeteados repetidas veces, y uno además había tenido que pasar cuatro días a la intemperie bajo un sol abrasador.
4.Una mano larga y fina y fría como cortapapel de marfil estrechó el favorito en la diestra afiebrada, en tanto el sacerdote leía los latines sacramentales.
5.Habían ido uno al otro, uno con otro, uno en otro, precipitándose inconscientes en un abismo insondable, sintiendo al hacerlo una dulce y ardiente impotencia.
7.Habían trasladado los puestos de fritangas y las tiendas de bebidas de la calle de los Turcos, y la gente soportaba con muy buen ánimo el fastidio de la espera y el sol abrasante.
8.Lo que sentía era que todo se desmoronaba a su alrededor, transformándose en magma desde arriba hacia abajo, solo que en esta ocasión el magma ardía y se acumulaba en el interior de su corazón.
9.Y es que una de las señales de que el producto está haciendo efecto es el ardor en el cuero cabelludo porque, básicamente, lo que los químicos hacen es romper la hebra capilar.
10.Un frío interior que le rayaba las huesos y lo mortificaba inclusive a pleno sal, le impidió dormir bien varias meses, hasta que se le convirtió en una costumbre. La embriaguez del poder empezó a descomponerse en ráfagas de desazón.