10.No obstante, la abrumadora respuesta de la comunidad internacional al ayudar a las víctimas demuestra la inmensa profundidad de la compasión humana.
11.Habida cuenta de la voluntad política, la comunidad internacional también tiene la visión, la compasión y la energía para garantizar que ello no ocurra.
12.Cuento con el apoyo de los Estados Miembros para asegurar que nuestra respuesta a quienes se han visto perjudicados sea compasiva, oportuna y apropiada.
13.Su respuesta, como la respuesta al tsunami del año pasado, ha demostrado una vez más que el mundo es más compasivo y esperanzador cuando actuamos de consuno.
14.Creemos que el apoyo material y la solidaridad humana demostrados por muchos países en todo el mundo son muy alentadores. Encomiamos sus esfuerzos y los acogemos con beneplácito.
15.Necesitamos unas Naciones Unidas que se preocupen por llegar a quienes luchan contra la pobreza extrema y que echan una mano a quienes se esfuerzan por ayudarse a sí mismos.
16.Teniendo en cuenta esos hechos formidables, se hace absolutamente necesario construir una nueva sociedad internacional que sea más humanitaria, más justa y mejor administrada, con las Naciones Unidas al centro.
17.Se precisan arreglos más incluyentes de adopción de decisiones para facilitar un enfoque más sensible y receptivo de las necesidades de desarrollo, sobre todo en las instituciones de Bretton Woods.
18.Presentamos nuestras más profundas condolencias a los católicos y a otros que se vieron influidos por sus bendiciones, su compasión y su dedicación a la no violencia y la paz.
19.Puede tratarse de grandes asociaciones caritativas de fama mundial, como Oxfam, Misereor o Care, citadas en numerosas ocasiones, o de pequeñas asociaciones locales vinculadas a asociaciones comunitarias africanas, también pequeñas.
20.Frente a todas las imágenes tan frecuentes de un mundo dividido y fragmentado, ¿cómo no querríamos querer construir conjuntamente un mundo que por fin tenga un corazón y unas manos dignas de las expectativas de los pueblos?